Entre los pisos de julio y los valores de este mes el mercado local tuvo un rebote fuerte.
El valor del índice S&P Merval medido en dólares está 27% arriba del mínimo que supo tocar en julio. El repunte es considerable y habilitó esperanzas en el “efecto Massa”, dada la mejora en las cotizaciones que se dio apenas los rumores del desembarco del ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación en el Palacio de Hacienda se fueron haciendo cada vez más firmes hasta, finalmente, concretarse.
Sin embargo, los rebotes en los precios en moneda dura de los papeles argentinos comparan con cotizaciones que -aún dentro del Gobierno de Alberto Fernández- todavía suponen un retroceso del 6% en dos años y medio. Y del 55% si se lo mide en comparación con el día previo a las PASO de 2019, cuando el mercado cayó a la mitad de su valor en un sólo día.
Entre los analistas, la mirada es de un poco de optimismo en medio de mucho de cautela. El rebote que vivieron las acciones locales medidas en dólares fue tanto una mejora en las valuaciones en pesos como por un retroceso del dólar financiero, que se había pasado de largo en medio de la incertidumbre de julio acomodándose alrededor de los 350 pesos. Y, también, un entorno global en el que Wall Street recuperaba casi 20% de sus pérdidas en un rally impensado dentro de la recesión técnica en los EEUU.
“Es un rebote fuerte, seguro. Tuviste un Merval en dólares en niveles de los USD 330 y ahora estamos en los USD 430. Pero en estos valores estamos, por ejemplo, en los mismos niveles en los que estábamos en 2005″, dijo Gustavo Neffa de Research for Traders en un medio nacional.
El índice líder de la Bolsa porteña está lejos de récords como los USD 1.800 que supo tocar en la presidencia de Mauricio Macri, en días de dólar muy barato hay que aclarar, y aún por debajo de su promedio histórico.
“Al medirlo en la divisa norteamericana, el índice se encuentra más cerca de sus mínimos históricos que de sus máximos. De cualquier manera, en lo que va del año registra una ganancia de 9% con 37 puntos que lo separan de su valor de cierre del 2021″, señala un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Entonces, la corrección de corto plazo que vivió la Bolsa porteña de la mano del final del terremoto político en el Ministerio de Economía y la mejora, temporal, del tono de los mercados externos, ubica todavía a los papeles argentinos en niveles bajos. Las empresas están “baratas”, si se quiere, aunque con precios que se explican por el entorno en el que operan.
“Por supuesto que uno ve los precios de las acciones argentinas y dice que las empresas están regaladas. Son empresas que tienen ganancias, que operan, que no quiebran. Pero al precio correcto hay que calcularle el descuento lógico por operar en un entorno macro muy malo, lleno de cepos para financiarse, para dolarizarse, para invertir y hasta para importar insumos. El precio, más el descuento, hace que estos sean los valores que el mercado está dispuesto a pagar hoy”, dijo Neffa.
El entorno macro complicado, la inflación galopante camino a cerrar por arriba de 90% este año y la existencia de toda clase de dificultades operativas a lo largo del Gobierno de Alberto Fernández, sin embargo, no pegó igual en todas las empresas. En términos de dólares, respecto del día en que llegó Alberto Fernández al Gobierno, el Merval pierde 6% en dólares y, en promedio, las acciones que componen hoy el Merval ganan en promedio 9 por ciento. La diferencia se explica porque no todas las empresas ponderan igual en el cálculo del índice.
Es, prácticamente, una estabilidad o una leve baja a pesar del reciente efecto Massa y su salto del 27% en dólares en pocos días. Y con resultados muy distintos según la empresa de la que se trate.
“Entre las principales beneficiarias se encuentran las empresas más relacionadas con exportaciones, a partir de una mayor búsqueda de cobertura por parte de los inversores. La expectativa de un reacomodamiento en las tarifas permitió también a algunas energéticas ubicarse entre los papeles de mejor evolución”, contó el analista Gustavo Ber.
“En contraposición, los principales bancos se destacan entre las acciones más afectadas, en especial por una mayor exposición hacia el sector público que incomoda a los inversores”, agregó Ber.
“Bancos es lo más rezagado, mientras que muchas de las que son consideradas ‘fierros´ por ir más a activos físicos están arriba. Aquellas más asociadas al sector industrial”, coincidió Maximiliano Donzelli de Invertir Online.
El trade electoral empieza a asomar en el horizonte, aunque 2023 todavía esté lejos. Pero los operadores no tienen dudas de que las urnas y las encuestas van a tener un efecto sobre los precios, aunque quizás no tan extremo como en 2015 y 2019. Pero los bajos precios permiten apuestas a los más valientes.
“Es todavía un mercado para comprar, sobre todo si pensamos que se compra con pesos que todo el mundo se está sacando de encima. En pesos, el Merval no para de ganarle a la inflación. Y en dólares, aunque las ganancias se acotan, tiene mejor rendimiento poner pesos en acciones que en dólares billete”, dijo Jorge Fedio, de Clave Bursátil.
“Todo lo que no tenga tarifas reguladas, como el sector energético, ni deuda del Tesoro argentino, como los bancos, está en precios de crisis, de oportunidad de compra. El Merval siempre tarda años en salir de sus pisos. Pero siempre comprar en pisos rindió un montón”, concluyó Fedio.